Creo que cualquiera me entiende, ¿no? Pájaros. Esos
que revolotean como si no hubiera mañana, como si fuera la última noche de
nuestra historia, como si las lágrimas fueran algo que nunca sabemos que
cierran cualquier episodio de esta historia que empezamos, aún no sé bien porqué. Pajarillos, pajarracos y pájaras, que inunda mi cabeza, haciendo que vuele, vuele y vuele en un universo de ilusiones ilusas, astiadas de no verse convertidas en realidad.