El amor
no era eso.
El amor era algo más sencillo de lo que pensaba.
Tuvieron que pasar
años locos, cazas de diablos, noches de derrames acuosos de mis ojos
marchitados, receptores de mensaje que olvidan que recibieron mi puzle de
heridas con instrucciones para recomponer, escotes sin vistas al paraíso,
proyectos que se esfumaron como mi sueldo a final de mes, épocas de sequía y de
extrema sequía, emisores de mensajes que olvidan respuestas en borradores
infinitamente, entradas en espirales negativas sin túnel de salida, amaneceres
locos con los tacones gastados de habitaciones que se quedaron sin pisar,
labios pintados de rojo putón...
Pasaron otoños tan grises como el peor invierno posible de imaginar.
Pasaron primaveras
que se quedaron con las ganas, muertas antes de cualquiera de todos sus
renacimientos.
Pasaron veranos
despojados de cualquiera de sus esencias, llenos de largas noches en blanco sin
ningún sol que las alumbrara de sexo, drogas y rock and roll.
Pasaron inviernos, o
el año entero se convirtió en él.
Tuvieron que pasar
días de ilusiones cansadas de repetirse una vez más, agotadas de ser meras
espectadoras de una vida que no se hacía tangible.
El amor no era eso...
No es sufrir. No es
machacarte las entrañas por conseguir un día ser feliz junto a alguien. No es esa
obsesión amiga aprovechada. No es abrir tus sentimientos en busca de tocar sus
sentidos y tener el silencio de respuesta. No es esfuerzo sin recompensa, besos
sin ganas, mensajes sin emoción. No es pedir y suplicar, si no llenarte de
ganas de recibir todos esos detalles, que te alegran el día. No es una lucha
eterna, dudas sin futuro. El amor no es ese periodo que lleva el interrogante
como estandarte diario y la incertidumbre como la legaña de cada mañana.
Cuando todo se
complica, no es amor. Cuando tú lo complicas, no es amor. Cuando el otro lo
complica, no es amor.
Y no hay peor momento que aquel, en el que las mañanas se hacen cuesta arriba con una ilusión que no acaba de tener forma, las tardes se hacen amigas de la soledad y de los reveses de cabeza con tu propia mente, y las noches se acompañan de intentos de dar luz en la oscuridad a casa gesto, palabra, acción, mirada o silencio, cada esperanza, sueño, cada 'y si...' buscando un futuro mejor...
Y darse cuenta de que
el amor no era eso.
Aprendí a base de
golpes que el amor es otra cosa. Aquel 'amor', sin mesura, sin límite, sin
palabras que guardar y sin conciencia de heridas; en busca y captura de otro yo
que me completara, dejaba de ser sencillo y fluir, para convertirse en un
pequeño infierno diario.
Pasé mis días en una
lucha eterna en la que acumular derrotas, regates, rechazos, palabras
malsonantes, silencios absurdos y gestos fuera de lugar, formaban el menú
semanal.
Aprendí que el amor
era un toma y daca continuo, un ni contigo-ni sin ti, la acumulación de heridas
para merecer un gesto de cariño, un caricia, una cita especial, un beso de esos
que acarician el alma.
Y no entendía que,
justamente, el amor era todo lo contrario, que el amor huía de las
complicaciones y emociones negativas, para crecer en todo su esplendor.
El amor era otra
cosa.
Y así, después de mucho,
llegó tu entrada triunfal, y logré entender que el amor era más sencillo, que
todo lo que significaba para mí hasta ese momento.
El amor es menos
complejo, solo fluye y se deja llevar. No entiende de conjeturas y de fórmulas
de precipitación entre dos cuerpos complejas. No entiende de abalorios,
complementos, parafernalias, ni maquillaje de triple cara. No entiende de
razones para amar.
El amor sucede.
Sin más.
Sucede.
Tú sucediste.
Te felicito, es una entrada muy buena! Estoy de acuerdo con lo que expresas y, una vez más, me ha encantado pasearme por tus letras. Es una entrada formidable, encantadora y emocionante.. que de seguro hará pensar y ver el significado del verdadero amor a más de una persona. Ya espero con ansias ver con que nos sorprendes en la próxima entrada..
ResponderEliminar"Tú sucediste"...
Simplemente me encantas.. me encanta!!
Un beso enorme preciosa!! 😚😚
¡Me alegra que te guste y tu valoración!
EliminarSi bien, pensaba que iba a ser más profunda de lo que ha resultado.
Supongo que cada uno tenemos una valoración del amor, pero imagino también que coincidimos en muchos aspectos, porque si no... ¡el mundo está perdido! :P
¡Un besazo enorme como la distancia que nos separa!
«El amor sucede. Sin más.»
ResponderEliminarNo tengo más preguntas, señoría.
Jajajajaja... ¡siempre tan grande en todo lo que escribes! :P
EliminarNo me veo de juez, aunque sí de justa... Ese es mi veredicto.
¡Un abrazo, amigo!