¡Hay que querer! Quererse y querer a las personas que nos rodean, ponernos en su lugar para entenderles mejor.
¡Hay que querer! Querer conseguir nuestros sueños, ponerse en acción y buscar la manera de lograrlos.

sábado, 28 de diciembre de 2013

Tu poder


Tienes el poder de hacerme empequeñecer.
Y es que estar a tu lado hace que me encoja como un ovillo de lana.
Me haces sentir tan pequeñita, que una lupa de 27.084 aumentos haría falta para localizarme en algún punto de la superficie de tu mundo.
Tienes la capacidad de lanzarme a otra órbita, de dejarme fuera de combate.
Destilas TANTA seguridad, TANTAS ganas, TANTO carisma; que... ¡me arrollas! 
Me traspasas, me despegas, me pasas por encima, me destronas, me superas, me tiras de mi carril y te apoderas de mi sendero.

jueves, 26 de diciembre de 2013

miradas televisivas

Me hipnotiza tu forma de mirar la televisión.
Serio, absorto, impasible, callado, concentrado,..
Todo pose.
Sabes mejor que yo, que todo es (siento decirlo) mal disimulo. Porque muy al contrario, de lo que intentas aparentar, sólo siento que tus cinco sentidos están pendientes de mí, de mis gestos, de mis miradas de reojo, de mis muecas confusas...
Supongo que no ganarías el óscar al mejor actor... ni al mejor actor secundario.
Me encanta tu forma de mirar la televisión. 
Porque me hace sentir que me proteges, a pesar de tu apariencia de chico pasota, chico duro, que sí presta a algo atención, es a la tele encendida.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Siempre nos quedará...

Sigo pensando en París. 
Atardecía aquel frío sábado de principios de diciembre. Planificada noche de pizza, helado, manta y calorcito del hogar para una, cuando... pi, pi. "Prepárate, a las 10 pasamos por tu casa".
3, 2, 1... mi sábado metamorfoseaba. 
Ganas cero, me desperecé como un koala y estiré piernas. 
La verdad es que siempre estás a tiempo de emular a Bridget Jones, así que... ¿había algo que perder? 
Ducha rápida, ponerse lo primero que encuentras al abrir el armario y polvos los justos, porque hay cosas que no se pueden camuflar.

domingo, 15 de diciembre de 2013

Un tío con bragas

Suscribo las palabras que una gran amiga me dijo una vez "no soy una chica estándar".
Quien dice no estándar, dice no común, atípica, rara, infrecuente...

Crecí entre niños. 
Mientras las parejas amigas de mis progenitores tenían una niña, como hija en primer lugar, y un hijo niño en segundo lugar, en mi familia la parejita salió al revés. 
Nací en época masculina. 
Pese a ser la pequeña, una quinta menor que mis primos postizos varones, mis 4 kilos y medio de nacimiento me dotaron de las capacidades físicas necesarias para enfrentarme a ellos (el físico en la infancia ayuda más que la inteligencia). Ya pilotando mi tacatá, se vislumbraba lo que sería mi futuro (o mi actualidad, según se mire): los hombres huyendo de mí.

viernes, 13 de diciembre de 2013

¿Truco o trato?

Me miro al espejo y aparece Ana, soy yo. Fiel reflejo que me muestra a mí misma, con mis defectos, con mis virtudes, que supongo que alguna habrá.

Me marco un objetivo, descubrir quién soy de cara a la galería, ¿cómo me veis?

¿Qué diría alguien que me ve desde fuera sin saber nada de mí? Y lo que es peor (seguramente), ¿qué dirían de mí esas pocas personas que me conocen?

A veces, me complico inconscientemente marcándome retos. Es complejo, probad si queréis, pero voy a ello.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Música de fondo

Música... me encanta la música...
Y me encantaría que en este momento, una gran banda sonora colapsara el ambiente y de repente... ¡aparecieras! 

Sin ningún motivo, simplemente... ¡aparecieras! con música de fondo... 
¿Películas? seguramente... 
Me encantan las películas. Me encanta soñar e imaginar que soy la artista principal de una película, con un guión poco definido, incluso ambiguo; que varía según las distintas reacciones de los protagonistas principales.
Sí, vivo en la ilusión... una ilusa que no deja de soñar e imaginar, porque la vida es sueño, y los sueños, sueños son, como dijo Calderón.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Aceptar...

Se acabó... No me lo propuse, ni me lo propuso...
Sólo acabó, sin sentido alguno... el mismo sinsentido con el que empezó...
Yo sufrí... sufrí y sufro... demasiado... supongo que demasiado, y deseo que no dure mucho más...
Te pienso... me monto unas películas increíbles... ciencia ficción... películas en las que un final se dibuja alejado del final real; sin interrogantes, sin intriga, con humor, como una peli de comedia...

sábado, 7 de diciembre de 2013

Lo que no son flores

¿No te gusta? Es sencillo, dale a una tecla y dejarás de saber de mí, de mis momentos y mis circunstancias... "Fin de la cita".
Una simple acción y te despertarás cada día sin el contacto en tu agenda que fui.
Fácil.
Pero no seas tú quien venga intentando darme lecciones de vida. A mí, no.
Seré clara, una vez más creo que no me resultará complicado. 
Eres un capullo. 
Con todas sus vocales y con todas sus consonantes, capullo. 
Con todas las de la ley.
No me siento Colón al descubrir América no te creas.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Punto y seguido

Me resisto a aceptar un punto y final, porque quiero un punto y seguido...
Y todo empezó... 

¿Qué prefieres el dolor o el nada? Tengo el dolor y no puedo ya elegir el nada. 
El nada sería no haberme dejado el frontal en casa aquel día, sería no haberme dicho un día a mí misma "Más vale arrepentirse de algo hecho, que de no haber hecho nada" y entonces apretar un botón. 
El nada sería no tener mi pasado.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Realidad, no ficción

[Completamente autobiográfica]
¡Plas!
Hoy, 3 de diciembre, he recibido un guantazo de la realidad.
Duro.
Seco.
Del tipo de los que se dan para cortarte la digestión, o la respiración (a gusto del personal).
Del tipo de los que te sacan los ojos de sus órbitas.

domingo, 1 de diciembre de 2013

Y de pronto llegaste... tú

Y de pronto llegaste tú, y contigo, la revolución de mis cinco sentidos. 
Vista, oído, gusto, olfato, tacto, explicarme qué está pasando porque esta sensación no quiero que acabe nunca.
Porque lo que captan mis ojos me impresiona; porque todo sonido o palabra que escucho me emociona; porque aquello que llega a mis papilas gustativas deseo volverlo a probar y degustar su sabor intensamente; porque lo que huelo me transporta a... ¿dónde estoy en este preciso momento? Y mi piel... mi piel recibe estímulos que me instan a seguir viviendo, y es que tocar, rozar o sentir, se han convertido en una rutina que no posee la opción de fin.