¡Hay que querer! Quererse y querer a las personas que nos rodean, ponernos en su lugar para entenderles mejor.
¡Hay que querer! Querer conseguir nuestros sueños, ponerse en acción y buscar la manera de lograrlos.

viernes, 28 de marzo de 2014

El Malote

Me conquistaste con ese aire de todo y de nada. 
A la vez. 
De todo vale y de nada importa. 
Me conquistaste, desde el centro de la pista, con esa arma arrojadiza de mirada felina y salvaje, que me dejaba desnuda y tiritando, acorde a mi disfraz de niña buena. Y con ese singular toque de caderas, al compás del ritmo de la noche, ¡yeah!
Me flasheaste in situ, y me costó decidir, lo que cuesta echarlo a suertes con una moneda...

Estado

Estado civil: a quemarropa.
Porque ardo al verte y necesito que mi piel se libere de los tejidos que la aíslan.
Estado de wasap: en línea.
Esperando que establezcas conexión. Esperando que seas tú quien me envíe palabras que me hagan hablar nuestro idioma.

domingo, 23 de marzo de 2014

12 o 7

No me des una noche, ni siquiera esta noche, porque cuando te des cuenta me habrás dado 12 noches y como todos sabemos, el 12 es el número mágico... ¿o era el 7? Bueno, qué más da, qué importan unas horas más o menos.
Pero te aviso, no vuelvas a traspasar el límite de mi zona de control, no me rompas las distancias de seguridad, no des un paso, ni siquiera en falso; o no me haré responsable de lo que pase el resto de nuestros días.
Alarmas que se disparan en mi cabeza, ¿fuiste tú o la cerveza?

jueves, 20 de marzo de 2014

Con el tiempo aprendí

La vida es tiempo, el tiempo es vida, pasa el tiempo y pasa la vida.
Y con el tiempo, y la vida, aprendí mucho...
Con el tiempo aprendí que las palabras no valen nada, que muchos son expertos en vender motos que acaban siendo un freno de mano inservible; en preparar menús para uno (que no dos), sin vino que compartir; en montar una fiesta en tu casa pasado mañana, o al otro.
Aprendí, que las promesas sólo valen para quien espera recibirlas, que lo que fue de una forma en el pasado y hoy crees que no fue como viviste, es que no fue así.

Promesas

Me prometí que no volvería a marcar tu número en mi agenda, a pesar de que mi mente lo mantiene guardado como contacto favorito.
Me prometí no pensar en tu sonrisa... y no sonreír después.
Me prometí dejar de soñar con nuestros nietos, con planificar el viaje de nuestro cuarto aniversario, con preparar los regalos de tu cincuenta y cinco cumpleaños.
Me prometí no decirte nunca más, que mi vida se difumina sin tu presencia, que se desprende de la 'a', y así se convierte en un fruto que acaba siendo pisado, para sacar algo bueno... y sólo si fue buena la cosecha...

Las mariposas vuelven a colorearse y volar... ¿será por la primavera?