¡Hay que querer! Quererse y querer a las personas que nos rodean, ponernos en su lugar para entenderles mejor.
¡Hay que querer! Querer conseguir nuestros sueños, ponerse en acción y buscar la manera de lograrlos.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

El post

[y para empezar un blog qué mejor que un después]

No estamos hechos el uno para el otro.... sí, ya, claro... 
Me dicen que no eras el hombre de mi vida. ¿La razón? No estás... Opiniones vacías.
¿Qué sabrán si no caminaron en nuestros paseos nocturnos? ¿Si no vieron aquellos  amaneceres juntos? ¿si no "devoraron" nuestras ensaladas? ¿si no charlaron durante mil horas infinitas? ¿si no imaginaron historias... futuras... juntos? ¿si no jugaron a hacer tonterías? ¿si no compartieron una bolsa de sugus? ¿O de nubes? De esas que nos empeñábamos en quemar... o en congelar.
Siempre nos gustó demasiado el fuego... y el hielo.
¿Y qué sabrán si tampoco sabían qué era "marcarnos" un bailecito? ¿O echar un polvo "juntos"? Sí, aquellos polvos... con vaso de nesquik incluido. 
Qué sabrán ellos si eres el hombre de mi vida y yo soy o no la mujer de la tuya. 
Qué sabrán si no tienen ni idea de cómo al despertar nos preparábamos el nesquik... tú para mí, yo para ti.
Nunca te confesé que me gustaba con una cucharadita más de cacao... pero qué más daba, me encantaba, tenía un sabor especial, diferente... no sé, llámalo X... y ahí estábamos, taza en mano.
Bien pensado podríamos habernos preparado cada uno el nuestro, pero ¡no!
Aquello era algo más... una tontería más.
Quién sabe si seguiríamos haciéndonos esos nesquiks. Quizá de seguir juntos nos habríamos pasado al eko... o al café. No, al café nunca. Tú odias el café... y yo también, menos esos carajillos de ron quemaditos.
Ahora lo pienso, ¡qué tontería! No sé cómo se nos ocurrió... ¡ah, si! Te pillé un día cuchara en mano removiendo, tan políticamente correcto... y ya que estaba, pillé taza y te imité... como tan bien sabía hacer. Pregúntale el porqué a mis neuronas espejo.
¡Qué tontos! Escenita de las buenas... se convirtió en rutina, pero no en una cualquiera.
Hay días que igual sólo follábamos con la esperanza de ese nesquik post... es lo que tiene no ser fumadores... pero supongo que entre nosotros, era algo más, un instante mágico, quizá tonto, sí, pero nos acercaba.
- "Aquí tiene su nesquik caballero" - ... y sorbitos de cacao para endulzar el momento.
¡Qué tontería! Y pensar qué sería ahora.
Echo de menos esos post...
A día de hoy, ya ni siquiera me espero a desayunar, o me invento cualquier excusa con la esperanza de que se vayan y me dejen tranquila... con mi nesquik y mi absurda cara al recordar nuestro momento.
- "Aquí tiene su nesquik señorita"
Será que el desayuno es la comida más importante del día, y nuestro ritual se ha convertido en un suceso irreemplazable.

4 comentarios:

  1. Hay gente que es más de Nesquick que de ColaCao. Como quien es más de café que de te (o chocolate =b). Pero lo que siempre marca la diferencia es asociar algo tan simple como unos sorbos con algo tan complejo como una relación. Para bien o para mal, ¡eso es lo que crea un recuerdo!

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    1. ¡Qué emoción! El primer comentario!!
      Y... toda la razón, ¡a sorbos con la vida! Recordando las relaciones y los buenos momentos o malos tragos que la vida nos da.
      PD: Gracias Ernie!! ;)

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  2. Yo tambien he sido siempre de Nesquick...he tenido que pasarme al cafe para poder engañar al sueño, pero el saborcito del Nesquick no se olvida...
    Tantas cosas nos evocan a tantas personas....
    Me ha encantado tu relato, seria un comienzo de novela espectacular... te atreves?

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    1. es que Sara, tu sueño es de los profundos!!! yo sigo sin el café... y sí, claro que me atrevo, todo llegará!!
      No obstante, por si alguien más supone lo que no es, NO es un relato autobiográfico, aunque incluya "toques personales"... me alegro que te haya gustado!! gracias!!

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