Nos sorprendemos a diario, con el inicio de mil
cosas distintas. El inicio de una botella de zumo, de un libro, de una nueva
línea de bus, del gel de ducha, de un documento de word, de un programa de tv, de una relación
de amistad, de un mes, de un amor, de un destino.
La mayor parte de estos
inicios pasan desapercibidos, son automáticos, irrelevantes, monótonos. Otros,
en cambio, pueden incluso, marcar un antes y un después en nuestras vidas. El
inicio de un trabajo, un nuevo lugar de residencia, un amor o una relación de
amistad.