¡Hay que querer! Quererse y querer a las personas que nos rodean, ponernos en su lugar para entenderles mejor.
¡Hay que querer! Querer conseguir nuestros sueños, ponerse en acción y buscar la manera de lograrlos.

miércoles, 25 de febrero de 2015

14 de febrero

14 de febrero: Día de los enamorados.
¡Mi día! 

Enamorada, claramente, enamorada. 
Como dice una canción, me enamoré sin querer, sin razón, sin sentido, no sé cómo fue, pero me enamoré.
No es una noticia nueva. Quienes me conocen, saben a la perfección, que quien altera mi sistema límbico de una forma supracerebral, lo hace desde hace un tiempo. Un estímulo condicionado me descontrola la mente, desde aquel ensayo que estableció la relación E-R, semanas, meses, años atrás.

No es el primero, aunque es diferente. Así que sí, estoy enamorada, aunque no es una noticia inusual.
En mi historia vital (como en la de cualquier homo sapiens), creo que no hay demasiados períodos que hayan estado exentos de un alguien por quien suspirar, pensar, soñar... Varios son quienes me encantaron hasta el punto de enamorarme... o encoñarme, como decía aquella. Unos me eclipsaron más tiempo, otros lo que le dura una botella de zurra en tascas; algunos compartieron momentos, juergas, o experiencias, otros no compartieron nada... pero la mayoría se caracterizarían, por ser un poco "amores imposibles", historias complejas, y siempre, finales antes de comenzar... Romeo y Julieta es una gran obra maestra.
Desvíos a parte, hoy es mi día... y el de much@s, compartan o no la cena. Lo sabe, lo sé, lo sabéis. Y estoy enamorada de alguien... excepcional. Puede que algunos o algunas digan, pues como mi novia, mi amigo, mi hermano o mi prima; y no lo discuto. Pero él lo es, y lo es para mí (puede que tú (seguramente) no pienses igual).

No he conocido a alguien así nunca, tan políticamente correcto y payaso a la vez, que me produce un estado de calma colosal y me altera tanto, que se preocupa tanto por detalles y hace como que lo ignora todo... Es el chico ¿contradicción?
Nos conocimos de casualidad, como casi todo supongo, ¡gran noche, extrema diversión! Presentación, hablar de lo de siempre y me gustó en el segundo zero (sí, zero con zeta, porque mola más). 

Fue fácil. Quizá fue que la noche confunde, o que esa noche, como tantas, me dejé el frontal en casa, o que yo soy así; pero mandó dos señales, me dije "este pobre infeliz no sabe qué está haciendo", y a la tercera, mis instintos hablaron por mí. Frontal querido. No fue flechazo, Cupido igual estaba sin flechas, pero fue todo muy así.
 



Creo que no hacen falta más detalles, la cosa fluyó y acabó como estas cosas acaban, 'un placer, hasta siempre'. No modificó nada en mi vida, ni en mi vida mental; dos días después, sólo me mosqueaban dos cosas. Una, jamás me habían mirado igual; dos, el buen 'swing', el rollo-colegueo-risas_mil existente entre ambos. Raro, todo era muy raro.
Casualidades, volvimos a encontrarnos, contactamos, hablamos, seguimos hablando mucho, y estaba loca por él dos días antes de empezar a hablar... siempre fui algo precoz. 
El día que lo volví a ver, no diré que fue el mejor de mi vida, pensad lo que os plazca.
Estaba enamorada, como hoy, como ayer; o puede que algo menos, porque descubrirle no me hace bien. Para bien o mal, todo fue bien, pero no hubo un libro escrito, sólo bocetos... desapareció de mis instantes. Y aquí, seguí manteniendo activo el estímulo que, por mucho que me empeñe, es el único que deseo tener a mi lado cada amanecer.
No es un tremendo, no creáis. Pienso que es el chico más normal por el que he sentido algo, pero tiene tantas cosas buenas, que las malas se reducen al absurdo. Es alguien que se pone graciosamente muy serio cuando expresa su yo interno, para actuar de verdad, para marcar la importancia de las palabras. Es tan gracioso... Cualquiera que me conozca, sabe que es difícil que yo no esté de guasa, así que imaginad alguna escena... Es amigo, es independiente, es seductor... y mil cosas más.
Fue duro cuando desapareció, sufrí largo y tendido. Demasiadas dudas, preguntas, porqués... hubiera ido a la otra punta del mundo, subido el everest, teñido de morena, aceptado a Navarro como gran jugador de basket, o mil cosas más, pero no por él... Por mí. Porque yo, sólo yo, quería ser feliz, cenar en aquel restaurante, volar un finde largo a una bonita ciudad, descubrir cómo son esos momentos de contarles a nuestros nietos mil historietas, saber que esa mirada que tengo grabada desde aquella primera noche, me mira igual 30 años después... Pero no.



Es increíble, como después de tantos meses, sigo tan igual. Igualmente enamorada, sin expectativa de cambio, con las mismas dudas, con el mismo pensamiento cada amanecer, el mismo escalofrío si alguna canción inoportuna se cuela en mi camino, la misma sonrisa con cada recuerdo, las mismas lágrimas...
El amor es maravilloso.

Estar enamorado lo más. 
Que te correspondan supongo que debe ser fascinante. 
Os envidio a todos y todas, que alguna vez habéis experimentado algo así. Ahí queda escrito.
Yo seguiré aquí.
Igual de enamorada y con las mismas dudas. 
No por mí, pero sabiendo que unos ojos me traspasaron hasta el punto de hacerme creer que podía llegar a ser feliz. Que existe alguien para cada un@ de nosotr@s, o más de un alguien; pero que no siempre se puede atravesar por alegrías y penas con él o ella, que la vida no se pone de nuestro lado, o que nos equivocamos intentando vivir algo que no es acorde a nosotr@s.

No hay comentarios:

Publicar un comentario