¡Cumple-un-año!

¡Estoy de cumpleaños! 
Hace un año, decidí abrir un blog (este), y publicar algunas de las tantas historietas que tenía en papeles rotos, en notas de móvil escritas al amanecer, en servilletas o trozos de cartón, o en esa libreta que ya está en las últimas, con escasas hojas en blanco.

Hoy, era un día cualquiera, aunque realmente para mí, no lo es, ni era. Esperé a este día para empezar mi andadura bloguera con "el post": 'No estamos hechos el uno para el otro... Sí, ya, claro... Me dicen que no eres el hombre de mi vida. ¿La razón? No estás. Opiniones vacías'. Así empezaba este blog, que en este año ha tenido, sus cierres y re-aperturas varios, momentos de publicación 'masiva' y escasa, y visitas, de las que hoy puedo decir, superan las 3000 (exactamente a estas horas, 3013) y sé poco más!

Hoy, es 13 de noviembre, del año 2014. 

Me gusta el 13, me gustan los impares y la suerte a mí, ni me va, ni me viene; pero es un número que siempre me gustó. Hoy es jueves, día hacía el final de la semana, de preparación del finde, de coger fuerzas para el sprint semanal, de tascas, de jueves universitarios... me gustan los jueves, ¡no me preguntes porqué!

En este año, no he aprendido mucho. He tenido más malos que buenos momentos, y agonizo por vivir una vida, que va pasando, y no como yo desearía. Vivir no es eso, aunque, a veces, no queda más remedio que soportar el temporal de tormentas y huracanes, bajo un árbol quebradizo, que nos hace mojarnos más que a descubierto. No obstante, aguantamos porque pensamos que el mal temporal no es eterno, y que en algún momento tiene que lucir el sol brillante. En ocasiones, no es así, y o sales a mojarte y buscar otro árbol, o terminas empapada, con pulmonía, ropa calada y dinero mojado... y ¡sin sol!
En este año, los árboles que busqué estaban demasiado lejos para las fuerzas que tenía. Así que, cuando salí en su búsqueda, me volví más calada, derrotada y sin nada aprendido. No se puede perder la esperanza, eso nunca, y estoy convencida de que pronto voy a dejar de ver las ramas bajo las que ahora me guarezco. Es necesario y ya me cansé de no vivir.

¿Este rollo es mi regalo de cumpleaños para vosotr@s? Pues siento decir que sí. La razón es que espero que no estéis nunca en una situación similar, pero si se diera el caso, no esperéis que llegue la calma y el sol, armaros con la mayor cantidad de fuerzas posibles, apoyaos en la gente que os rodea, si tenéis la suerte de tenerla; y ¡buscad, calaos, salid corriendo y vivid!

Vida sólo hay una, y sólo sé, que no merece la pena desperdiciarla...

¡Feliz día!
¡Feliz jueves!
¡Felices seáis!