¡Hay que querer! Quererse y querer a las personas que nos rodean, ponernos en su lugar para entenderles mejor.
¡Hay que querer! Querer conseguir nuestros sueños, ponerse en acción y buscar la manera de lograrlos.

jueves, 11 de junio de 2015

De menos

Echarte de menos no es algo nuevo. No es emocionante, ni arriesgado, ni alegre, ni peligroso; es algo a lo que me acostumbré sin querer, sin decidir, sin pensar, sin ansiar, sin desear, sin esperar... cada día.
Te echo de menos... y de más.
De más, que siga oliendo tu perfume cada vez que voy a una perfumería.
De más, que vea nuestras fotos una vez al mes. 
Masoquismo sutil.
De más, escuchar la canción que sonaba aquel día, cada despertar.
De más, escuchar la canción que explica todo lo que me quedó por decir, cada anochecer.
Banda sonora de peliculón.
De más, que no haya cambiado ninguno de mis sentimientos hacia ti, en todo este tiempo.
De más, querer seguir ignorando que yo, para ti, ni soy, ni fui.
Dolor inútil.
De más, mis ganas locas de volver a verte a mi lado.
De más, que te pases de haberme olvidado así.
Tristeza útil.
De más, mi fiel esperanza de reencontrarte algún día, en algún lugar, con distintas circunstancias, con otro perfil, con arrugas en los ojos, pero con el mismo brillo, el mismo ronroneo, los mismos suspiros.
Me descuadraría no pensar en ti en este momento, porque es el momento, tu momento; y como tal, mereces ser el actor principal.
Realmente, no mereces absolutamente nada, nada de nada, de nada; pero sigues siendo el dueño de este momento.
Estás presente y ausente... sólo tú... ¿cómo lo haces? 
O digamos que soy yo la que lo hago, tú sólo no haces. 
De más es esta vida dibujada que no quiero. 
A pesar, de que contigo, aunque no era perfecta, todo lo demás, dejaba de tener valor añadido... Mi vida se abstraía de la vida. Era la vida que me daba un soporte sobre el que trazar mis momentos, y aunque no era para mí, quería sentir que lo que me rodeaba era lo que quería, donde quería estar. 
Ahora todo es confuso, obtuso, demasiado simple, opaco.
Aquí, una noche de más... sin dormir, sin soñar, sin salir, sin disfrutar, sin bailar, sin sonreír, sin ilusión... Noche en la que me apostaría los sueños si tuviera una opción de pasarla contigo, aunque la probabilidad fuera una entre un millón... esta noche, mañana, pasado, y ayer. Y cada día que no logro hacer que te ausentes ni una mijita... nada.
No hay ilusión alguna, partieron contigo.
Las pequeñas cosas me destrozan.
Las pocas alegrías duran poco... muy poco.
Las esperanzas de una nueva vida se diluyen, y sin esperanza, veo cerca el final, perdida, sola, dolida.
¿Mi ilusión para hoy? Olvidarme de ti.
¿Mis predicciones de que se cumpla? Ninguna.
Desconfío. Mucho lo dudo y no por falta de ganas, sino por falta de alquien que te reemplace, por falta de amor, falta de otras alternativas, de recuerdos que pesen más, que me hagan soñar más, que activen más mis emociones positivas.
¿Un destino? Huir, trazar mis objetivos en otro lienzo, empezar mi camino en otro horizonte, soñar con otros despertares, vivir una emoción distinta, y que todo esto ocurra en un paraíso lejano, con un sol que me eleve la temperatura y me otorgue el poder de recuperar mi amor propio.
Hora de dejar la realidad por hoy.
Mi cerebro sigue en este momento al 100% ajetreado con tus escenas, mientras mi yo interno, sólo prefiere que siga adelante aunque no sepa cómo, y desee que esté al 100% soñando con otros actores y recuperando energía.
Sin forzar, echarte de menos está de más.


2 comentarios:

  1. Me encanta la forma que tienes de transmitir, a través de las palabras, aquello por lo que muchas personas pasan y que es tan difícil de explicar. Te superas día a día, no sabes cuánto me gusta esta entrada. ¿Qué puedo decir ante tal escrito? Es bonito, es doloroso, es real... Lo he vivido y conozco a muchos más que también... Simplemente es Perfecto!! Te animo a que pienses en el libro... No dejes de soñar. Un beso guapa!!

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    1. ¡ooooh! Ante tu respuesta sólo puedo decir... ¡muchas gracias! A veces, las palabras se amontonan sin salir y otras fluyen porque quedarse dentro las enquista... Y sí, supongo que cualquiera hemos pasado por un momento así y lo expresamos como bien sabemos. Muchas gracias, de nuevo y... seguiré pensando en el sueño del libro! ;)
      ¡¡Un besazo, pequeño!!

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