Hay cosas que no
cambian...
Por mucho tiempo que
pase, por muchas cosas que sucedan, por mucha gente que conozcas, por muchas
ganas que pongas en olvidar, o... en superar simplemente.
Por muchos sitios
nuevos que recorras, por muy largos que sean los intervalos, por muy grande que
sea la distancia...
Experiencias vitales,
que nos hacen crecer.
Pero, no, hay cosas
que no cambian.
Tarde de amigos, de risas,
de ponernos al día, de alegría, de silencios cómplices, de recordar aquellos
maravillosos años, de planear un viaje a aquel lugar dónde siempre quisimos
ir... y me sorprendo diciendo que por fin te superé.
Recapitulando, viendo
cómo está mi vida a día de hoy, las cosas buenas, malas, ridículas, absurdas,
divertidas...
Analizando mi momento actual, mi mente, mis emociones, mis
sentimientos, y viendo que hay quien gana terreno día a día...
Conclusión
acertada.
Gran tarde. Amistades
que continúan a pesar de alejarnos y de los baches.
Es todo tan perfecto.
O no.
Algo aparece... sin
más, sin esperarlo, sin previo aviso, sin señales de alarma.
Apareces.
Y ahí estás tú, con tu
habitual pose de espíritu libre, para recordarme, que podía creer que te olvidé,
que no sentía nada, que lo había superado, que no eras lo que quería para mí,
que esa sonrisa ya no tenía ningún poder sobre mí, que tu voz ya no recorría mi
espalda con un escalofrío, que esa mirada no me traspasaba en absoluto; que lo
que no fue, no puede ser; que esos tatuajes ya no me inspiraban, que no serías
nadie para mí...
Pero me equivocaba...
Todo lo que he sentido
por dentro al verte es algo, que después de todo el tiempo que
"muero" por ti, no entiendo cómo puede ser tan intenso.
Tocada y hundida.
Duro darse cuenta de
que no controlas nada de lo que sientes... Agotador.
Me mata tu sonrisa, me
mata cómo me miras, me mata tu forma de ser... me matas tú.
Pero ¿qué le voy a
hacer si mi corazón toma decisiones por sí solo, sin consultar y sin pedir
permiso?
Será que salió a
mí... o que le gustan las emociones fuertes.
Será que es rebelde, y
que quiere desequilibrarme...
Sea lo que sea, no hay
duda, superarte es algo que conseguiré... algún día.
Largo es el camino y exigente la batalla. Pero, efectivamente, hay cosas que no cambian. Y una de esas cosas es que, al final, todo pasa.
ResponderEliminaral final, todo pasa... algún día (esperemos)
ResponderEliminarAunque todo pasa, un dia nos sorprende un vuelco al corazón y un súbito rubor en las mejillas nos delata.
ResponderEliminaróle, óle!! esa es mi prima conmentando!! ;)
Eliminarel gen familiar de "ruborización" es altamente incómodo en situaciones de reencuentro... pero... uuuuf!! más que el rubor, el vuelco al corazón nos hace volver a una realidad que teniamos tapada o creíamos superada... aunque algún día, quizá, alguno, las cosas cambien...