¡Plas!
Hoy, 3 de diciembre, he recibido un guantazo de
la realidad.
Duro.
Seco.
Del tipo de los que se dan para cortarte la digestión,
o la respiración (a gusto del personal).
Del tipo de los que te sacan los ojos de sus
órbitas.
Del tipo de los que te secan de golpe la boca.
Del tipo de los que te erizan vello, cuerpo
entero y... valores...
Sigo incrédula.
La noticia me ha trastocado, ha trastocado mi
realidad, mis esquemas, mi pasado.
Necesitaría un protocolo de actuación en este
caso para saber cómo actuar.
Además, un obstáculo me impide poder superarlo
fácilmente: Confidencialidad. Me han pedido discreción. Secreto profesional,
aunque sea una parada más en esta España del año 2013... Y no es por algo
profesional, pero es un tema serio, muy serio, trágico, que no se da al morbo
poligonero.
Por ello esta entrada... No es broma.
Mis principios éticos me impiden hacer apología
del tema, discursitos de gallinero, elucubraciones excesivas...
Pero pondré en contexto y resumiré brevemente,
sin romper la confidencialidad...
Hoy he descubierto que no existen los reyes
magos...
Hoy, una persona admirable, admirada por mí,
aparentemente buena, de esas que no esperas jamás un acto negativo, de esas que
crees incapaz de matar a una mosca... Hoy, esa persona ha pasado, en 20
segundos, a ser ruin, mezquino, un criminal... Y no criminal en sentido
metafórico, un criminal.
Triste.
Muy triste.
Rotura de esquemas.
Pasar de cero a cien en tan breve intervalo
temporal, es cuanto menos difícil de asumir.
No me siento traicionada.
Ahora siento pena. Pena por esa persona
(contradictoria emoción), por las personas que conozco de su alrededor, por las
personas que le quieren, por... las víctimas. Porque sé que mi relación se
rompió sin adiós, sé que no volveré a saber de esta persona, ni a escuchar sus
enseñanzas, ni a admirar su pasado, al menos, el pasado que conocí, no el
pasado que he conocido hoy... Aunque sinceramente, no quiero pensar en qué
ocurriría si me encontrara camino (por ejemplo) del gimnasio a esta persona...
¿reacción?
Sigo incrédula.
Supongo que estoy en periodo de aceptación,
porque es necesario reestructurar los hechos en mi mente, para poder actuar en
consecuencia. Y más, cuando la persona que me ha dado el "guantazo",
sólo mostraba rabia, cólera, enojo extremo... Creo que está mucho peor que yo,
aunque en general, lo está.
Incongruentemente, fui sabedora de la noticia,
hace unos diez días. Me sorprendió, dije "en serio, la gente puede llegar
a ser tan estúpida", valoré como algo extraño que estas cosas pasen
en Castellón... pero jamás, y digo jamás, hubiera podido pensar que podía conocer
a quien poseía los derechos de autor... y muchísimo menos, que fuera quien ha
acabado siendo.
Es un hecho surrealista, de película mala.
¿Cómo te quedas?
Un acto delictivo, y además, repugnante. Sí, es
culpable reconocido... brutal.
Me levanté pensando en que iba a ser un día de
mierda. Y en parte... ¿profecía autocumplida?
Por otra parte, he visto a un gran amigo, un
gran, gran amigo, que hace más de dos años que no veía... Pero, no son hechos
para poner en una balanza y ver cuál gana... Ha sido una alegría ver a mi
amigo, y un descoloque conocer la noticia. Sin más.
No voy a rizar el rizo más.
La realidad hoy me demostró que hay personas que
no son lo que parecen.
Hoy, he descubierto que las personas que parecen
más buenas, pueden esconder ogros.
Hoy, un ídolo cayó de su pedestal.
Hoy, me falló alguien en quien confié.
Hoy, me quedo con todo lo que aprendí de nuestros
encuentros, porque no he asumido realmente, que es un criminal, que es
repugnante...
Sigo sin saber qué decir.
No pretendo dar a entender que no nos podemos
fiar de nadie, no lo creo así.
Sólo es que a mí hoy me han despertado, sin
anestesia, de un coma profundo y la realidad me duele.
Ojalá fuera fácil afrontar ciertas cosas.
En parte, si lo pienso me queda una extraña
sensación de miedo, de ¿en serio?... pero, sí, así es Ana, existen lobos
con piel de cordero.
Y también existen grandísimas personas...
Hoy me siento triste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario