¡Hay que querer! Quererse y querer a las personas que nos rodean, ponernos en su lugar para entenderles mejor.
¡Hay que querer! Querer conseguir nuestros sueños, ponerse en acción y buscar la manera de lograrlos.

sábado, 28 de diciembre de 2013

Tu poder


Tienes el poder de hacerme empequeñecer.
Y es que estar a tu lado hace que me encoja como un ovillo de lana.
Me haces sentir tan pequeñita, que una lupa de 27.084 aumentos haría falta para localizarme en algún punto de la superficie de tu mundo.
Tienes la capacidad de lanzarme a otra órbita, de dejarme fuera de combate.
Destilas TANTA seguridad, TANTAS ganas, TANTO carisma; que... ¡me arrollas! 
Me traspasas, me despegas, me pasas por encima, me destronas, me superas, me tiras de mi carril y te apoderas de mi sendero.


Vences a todo mi ejército de Anas guerreras.
Cualquiera diría que eres el capo de la mafia; y yo, una simple chivata, cuya vida pende de tus hilos, a tu orden y mando. En cuanto apareces por la puerta, Ana deja de ser Ana, y se transforma en una Ana al revés, opuesta, callada, débil, que sólo puede mirarte, idolatrarte, escucharte y decidir, a duras penas, qué hacer contigo... ni hablo... ¿¡yo!?
Siempre me ha chocado, me impresiona quizá, que tengas ese poder sobre mí, que me dejes tan fuera de control, sin opción de respuesta, sin cobertura.
Siento que en el instante en que te perciben mis sentidos, no puedo mostrarme, dejo de ser, retrocedo a una etapa oral de niña sometida... y bien pensado jamás lo fui.
Me invades, me conquistas mi territorio, me ganas en batalla; y a la vez, me encandilas que da gusto, me buscas y me atraes como un imán.
Si osamos a unirnos, a acercarnos; nos unen fuerzas magnéticas irrefrenables en mi intento de huida.
En serio ¿cómo logras hacer que mi escenario se desvirtualice tanto? ¿cómo haces que me quede huérfana de golpe, desvalida, perdida en el absurdo?
Puedo pasar de estar de colegueo, haciendo el payaso como siempre; a sufrir una parálisis temporal, encogerme de hombros, bajar a cero mi volumen y adquirir una mirada frágil, si mis ondas captan tus feromonas... con 1 segundo me basta.
Soy consciente, también, de que una vez tus instintos encajan con los míos, somos dos cifras a la máxima potencia, nos exponenciamos como pocos cuerpos sobre este planeta Tierra... despego, y con 1 segundo me basta, también.
Pasar de cero a cien.
Pasar de huir del león, a ser leona en busca de presa.
¿Será que me adapto fácil a tu ambiente?
O ¿será que estamos hechos para la sabana? (con o sin acento, puedes elegir)
Igual es que pertenecemos a un mismo ecosistema, único, biplaza, salvaje; y cuando te siento cerca, mis alertas se activan dejándome noqueada, para resurgir en fusión animal, de tu pasión con la mía.
Aún así, me derribas, y esa sensación de hacerme menuda, irme apocando ante tí, y ante cualquiera, si tú estás es tan... extraña, inusual, desconocida, confusa.
Dudo que tenga una explicación lógica, y puede que como el amor, sólo sea otro fenómeno extraño, que no ocurre a diario.
A veces, es mejor no intentar explicar cosas que simplemente ocurren, sin más, sin posible control o expectativa de cambio.
Será una forma más, que tienes de 'apoderarte' de mí, o quizá, no tengas nada que ver y, sólo sea una forma más de respuesta de mi cuerpo, al percibir tu lujuria, como intento de protección...
No consigue su propósito. Sólo sé eso.

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