¡Hay que querer! Quererse y querer a las personas que nos rodean, ponernos en su lugar para entenderles mejor.
¡Hay que querer! Querer conseguir nuestros sueños, ponerse en acción y buscar la manera de lograrlos.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Punto y seguido

Me resisto a aceptar un punto y final, porque quiero un punto y seguido...
Y todo empezó... 

¿Qué prefieres el dolor o el nada? Tengo el dolor y no puedo ya elegir el nada. 
El nada sería no haberme dejado el frontal en casa aquel día, sería no haberme dicho un día a mí misma "Más vale arrepentirse de algo hecho, que de no haber hecho nada" y entonces apretar un botón. 
El nada sería no tener mi pasado.
El nada sería no haberme ilusionado de nuevo, evitar algo inevitable, no hablar y hablar y hablar... sería no sentir, ni sentir que podía con todo y con todas, no enamorarme sin sentido. 
El nada sería no ser a día de hoy quien soy.
El dolor... sí, tengo el dolor porque no existió el nada, y no quiero el nada, pero me cuesta aceptar el dolor.

Un dolor fundamentado en un miedo que no puedo tocar, que no puedo ver, que no puedo reconocer; que puede que note, pero que no siento; un miedo que me hace pensar en negativo, que no hace más que alimentar todo lo que pienso de un yo escondido.
No, no es el momento. 
No, no era el momento, porque no lo logré en el pasado, porque no depende de mí, porque es duro, porque tú seguirás con tu vida y yo con la mía, porque eres una prueba más... y no sé sí fue una acción teatral o una secuencia real.
Imaginando que no se acabó, un pasaje que no se hará realidad... porque tenía miedo a perder, y perdí.

No perdí el dolor, no gané el nada, sólo me dejé llevar por la sinrazón; fiel a mi conducta.
Y después de vivir situaciones que ocurren por no dejar que gane el nada, uno aprende a que todo puede cambiar en un instante, a que puede odiar un objeto por el simple hecho de aparecer en un momento 'desconcreto', a que hay personas que se cruzan en tu camino dejándote perdido... a que la vida es también dolor.
Rumbos marcados que se desdibujan cuando se inicia su recorrido.

Tarde.
Marcar un camino y perder el rumbo, como una aventura en su versión alpha o beta.
"Game over" sin haber siquiera metido la moneda para empezar a jugar.
Dejé atrás el nada, para hacer realidad esos momentos que mi mente disparaba al percibir los estímulos a su alrededor, al descifrar mensajes, al dar forma a los sonidos, al verle...
Tarde.
El "no nada" acabó siendo dolor y también se dibujó un nada mutado, la mala copia de un después.
Y aprendí...
Como dice un poema "queda prohibido llorar sin aprender, abandonarlo todo por miedo, o sentir que sin ti el mundo no sería igual".
Aprendí, tras llorar. Explícame que ahora estoy llorando porque no abandoné por miedo cuando tuve la ocasión, y sí, así llegó este final.
Aprendí a que no abandonarme al miedo, tenía el inconveniente de traer daño a un corazón ajado.
Y aprendí a que este final "inacabado" no me sacia, me duele, pero lo evito porque no lo quiero...
No aprendí a sentir que sin mí el mundo no sería igual... nunca fui una buena estudiante.
Es complejo continuar el camino cuando al echar la vista atrás, aparece oscuridad. 
Pero los caminos sin obstáculos no forman parte de mí.
No sé caminar por senderos lisos, sin piedras que se clavan en la suela, sin tramos de arenas movedizas, o sin momentos en los que me cae la tempestad, sin paraguas que usar, ni refugio en el que cobijarme.
No tengo el nada, porque elegí.
No tengo un punto final, porque tener el punto seguido me da esperanza.
Así que, quizá, lo único que quede es seguir luchando, porque como alguien decía "la vida puede ser maravillosa" y es posible que lo mejor esté por llegar.

2 comentarios:

  1. El otro día me topé con un diálogo que no supe apreciar en su momento, pero que visto ahora me parece brutal.

    Es en la película de Men in Black, cuando Will Smith termina el "día de puertas abiertas" con K. Están los dos sentados en un banco.

    (WS) – ¿Dónde está el truco?
    (K) – ¿El truco? El truco es que cortarás todo contacto humano, nadie sabrá que exististe en ningún lugar. Nunca... Tienes hasta por el amanecer para pensártelo.
    – ... ¡Ey! ¿Merece la pena?
    – ¡Oh! Ya lo creo... Si eres lo bastante fuerte


    Brutal.

    Aquí la escena: Men in Black - Bench scene

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    1. Está genial el diálogo... ¡sí! Con mucho más jugo de lo que aparenta.
      Y... por lo visto, habrá que ser más fuerte!! #YesWeCan ;)

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