Debería estar en la fiesta a la que tenía
planeado ir hace un día y cuarenta y siete minutos... y estoy en mi casa.
O debería estar en las fiestas de mi pueblo... pero
estoy en el sofá que me acoge cada día.
O debería no beber una copa más... pero en estos
momentos saber que el alcohol deprime y no ahoga mis penas, no es una evidencia
que controle mi conducta.
O debería haber dicho hace demasiado lo que nunca
me atreví a decir... y nunca lo dije y seguirá callado.
O debería no haber esperado, esperado, esperado y
esperado... y sigo esperando.
O debería haber cerrado esta jodida puerta
atrancada y no haber mirado atrás... y miro, remiro y vuelvo a mirar... cada
día.
O debería dejar el tabaco... pero es una forma de
reflejar mi vida, consumiéndose por el fuego lentamente.
O debería salir a correr, descargar adrenalina...
y me invade un sopor que evita que mi cuerpo diseñe un ángulo diferente al que
tiene en este preciso instante.
O debería no volver a recordarte... y no
sorprende si digo que lo que hago es no olvidarte.
Y debería haber recibido respuestas hace
demasiado tiempo, que supongo que no llegarán, supongo... y ¡maldito todo!
En tres días, volveré a un territorio demasiado
conocido, con muy pocas vitaminas que derrochar y con demasiadas esperanzas en
cambiar de vida.
Y debería dejarte hoy... pero dudo si te quiero
o, ya no sé si no te quiero dejar de querer, sin quererte pasado mañana.
Y debería preguntarle a mi gato si es feliz con
esa vida insulsa que lleva, para unirme a sus aventuras... pero me tomarían por
loca.
Y debería decir adiós a toda esa gente tóxica que
aminora el viento a mi favor... pero supongo que es más fácil seguir diciendo
hola.
Y debería no hacer nada por nadie, estar ahí
cuando te lo piden o cuando notas que les haces falta... pero soy así de
gilipollas.
Y debería no confiar...pero no aprendí a no
creer.
Y debería ser más lo que siento, y menos lo que
pienso que soy... y mientras, me arrepiento por obligarme a no sentir.
Y debería no dejarme llevar en los
reencuentros... pero vuela, vuelaaaaa.
Y debería ser más puntual en el trabajo... pero
el día de mi despido me creeré que es un trabajo que no me hace feliz.
Y debería haber aprendido que hay situaciones que
no me conducen a nada... pero mi vida sin ellas sería un guión, que escribió mi
vecina del quinto.
Y debería hacer limpieza de armarios... pero
seguir con esos montones de ropa vieja, me hacen sentir así, más arrugada y
menos joven, pasada de moda.
Y debería ser consciente de que aquellas con las
que viví momentos extraordinarios, no conocían una amistad en su esencia,
porque jamás lo demostraron... pero engañarse se convierte en mi rutina.
Y debería maldecir mi atroz mala suerte... pero
ella no se aleja de mi lado.
Maldigo... ¡maldigo todo! Los fieles e
incoherentes debería, las amistades que no lo son y son la apariencia de un
reflejo, que las cosas malas sean la costumbre y no tener el valor, no
encontrar a una persona lo suficientemente loca para no equilibrar al sector
cuerdo; no olvidarme de historias si me apetece o no dejarme pisotear...
Harta, cansada, desmoralizada, insatisfecha...
¿algo más?
Deberías darte un respiro ;)
ResponderEliminarjajajajaja... ¡claramente! :D
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