¡Hay que querer! Quererse y querer a las personas que nos rodean, ponernos en su lugar para entenderles mejor.
¡Hay que querer! Querer conseguir nuestros sueños, ponerse en acción y buscar la manera de lograrlos.

jueves, 23 de enero de 2014

Hablando un poco de todo...


- Para mí, fue el sueño perfecto...
+ ... que se volvió pesadilla.
- ¿Pesadilla? ¡Jamás! Quizá... quizá se volvió un sueño... uhmm, un sueño que me acabó dando un doloroso despertar. Pero ese sueño no hubiera deseado nunca que acabara, no me hubiera gustado despertar, así que una pesadilla... no, no se volvió pesadilla.
+ ¿Y sigue el mismo sueño?
- Supongo, en cierta manera, puede que sí... Sigue algo similar a una nube vaporosa, que no sé si podría pertenecer al limbo de los sueños.. Quizá sí... o puede que no.... Lo peor es que del sueño, no sé cuándo desperté, no quise, o no supe hacerlo y supongo que en algún momento ocurrió. Pero no fui consciente, así que soñar ya no, no es lo que hago...
Pensar. Sí, pensar. Le pienso mucho, le tengo inmensamente presente. Y no me gusta, porque el sueño era ilusión.
+ ¿Ilusión? 
- Y ahora sólo me queda reconocer una cruda realidad que no quiero para mí.
+ Es posible que algún día vuelva esa ilusión.
- Bueno, es posible, pero lo dudo y puede que lo desee... pero desear no es lograr, desear sólo alimenta un atisbo de ilusión olvidada. Y lo mejor sería que volviera la ilusión, pero con otro disfraz, con otra mirada que me enganche, y con otro escenario que fuera capaz de hacer todas esas cosas que el sueño no llegó a dar forma.
+ Qué bonito...
- ¿Bonito? y, ¿triste? ¿no es triste? ¿Sabes qué es añorar algo que jamás viviste? ¿sabes qué es sentirte nada? ¿sentir como si se clavaran, por dentro, agujas de budú y a la vez una sensación de agujero negro? ¿no esforzarte por recordar y no querer hacerlo? Porque quiero olvidar, no echarle de menos, pero en el fondo sé, que viviré cada día esperando decirle que mi vida tuvo sentido desde aquella primera palabra, desde aquel guiño, desde aquella sutil caricia, desde aquel maldito día... y todo ocurrió de alguna manera, toda una historia de cuento se dio forma en mí, en mi mente, y ahora ya no sé si no estoy preparada para superarlo, si no sé cómo lograrlo o si me resisto a superarle... Ya no sé si no quiero no echarle de menos...
+ ¿Y por qué no dejar de sentirte así?
- Por qué... lloro con cada recuerdo, me río a carcajadas cuando revivo momentos, se me pone esa cara de enamorada y risueña con cada imagen que aparece en mi mente... ¿por qué? No lo supere, no sé cómo hacerlo, no sé cerrar una puerta que quedó atrancada y que no encuentro motivos para cerrar... y ¡los hay! Muchos... pero yo no los viví; y lo que viví fue tan, tan, tan... aunque no hace falta que nadie me diga que hay razones para empezar de nuevo.
+ ¿Me dirías una?
- ¿Sólo una? Puffff... empezando porque esta novela tiene dos historias opuestas según su narrador y eso, no tiene sentido alguno; siguiendo con que mi historia parece que fue sólo una mentira, que todo fue estrategia de casanova, que sólo fui una mariposa cazada más... una mariposa más fácil, que no sabrá nunca ser sincero, que le faltó valor, que dí todo lo que tenía, que no hubieron problemas... y fui tan estúpida que seguí soñando.
+ Triste...
- Ya, ya te dije que era triste... y quizá lo más triste es que hubiera dado todo por él.
+ ¿Lo hubieras dado?
- Lo hubiera dado... y lo daría.

No hay comentarios:

Publicar un comentario