¡Hay que querer! Quererse y querer a las personas que nos rodean, ponernos en su lugar para entenderles mejor.
¡Hay que querer! Querer conseguir nuestros sueños, ponerse en acción y buscar la manera de lograrlos.

viernes, 31 de enero de 2014

Sólo una cosa

Sólo una cosa. Sólo una cosa más.Recuérdame.
Recuérdame mientras yo me las apaño para olvidarte.
En un amanecer a la orilla del mar, sí, ahí, recuérdame.
Recuérdame por cada lágrima que se esfumó por ti.
Recuérdame cuando decidas dejar de hacerlo.
Recuérdame por cada suspiro añorándote.
Recuérdame si ya no está en tu memoria aquel primer juego de miradas. 

Recuérdame cuando alguien te diga que no puede vivir sin...
Recuérdame el día que te deslices por otros brazos.
Recuérdame si no hay nada que te haga revivirme.
Recuérdame por haber clavado tu sonrisa en lo más profundo de mis entrañas.
Recuérdame cuando creas que yo ya no te sueño.
Recuérdame mientras invento la manera de que tu imagen deje de perseguirme.
Recuérdame si hace mucho que no me ves sonreír a deshora.
Recuérdame cuando te cubran los ojos, dos manos desconocidas.
Recuérdame cada vez que se me hace un nudo en la garganta sin una obvia razón.
Recuérdame sabiendo que soy felizmente infeliz.
Recuérdame cuando pasees y sin querer, mires la luna llena.
Recuérdame si estás seguro de que hace mucho que sustituí tus pulgares.
Recuérdame por nada, porque no existe razón para hacerlo.
Recuérdame cuando alguien te asalte por sorpresa atrapándote con sus brazos.
Recuérdame sabiendo que soñar sin ti no entraba en mis planes.
Recuérdame en ese escalofrío, sin saber porqué, que acaba de estremecerte.
Recuérdame si olvidaste cómo empezaba aquella canción.
Recuérdame cuando conozcas a una chica que te deje cautivado.
Recuérdame ahora, porque ¿qué más da mañana?
Recuérdame el instante en que te toque una mano helada.
Recuérdame si alguien te hace vibrar sin mesura.
Recuérdame por las noches que parecían eternas.
Recuérdame cuando te entrecruces con unos ojos tan transparentes que te reflejes.
Recuérdame al estar aburrido, o al no.
Recuérdame por cada propósito de nuestro año nuevo, que se alejó con los días.
Recuérdame si no hay leyes que marquen la manera.
Recuérdame cuando una risa de niña te saque de tu estado de trance.
Recuérdame como si jugaras a que no hace daño.
Recuérdame porque ya no respondo a tus preguntas.
Recuérdame tú, por ser capaz de que yo lo intente.
Y sólo una cosa más... recuérdame, porque yo no te olvido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario