Al despertar no estabas en tu lado del colchón.
Has madrugado mucho hoy.
Se me olvidó decirte algo antes de que te fueras.
Se me olvidó decirte que he soñado contigo. Como
tantas noches. Poca novedad. Estábamos en medio de un bosque jugando a póker,
con 4 personajes más, super extraños. Flípalo. Una mujerona que mentía que se
las pelaba y un ochentón de pelo blanco que sólo iba de farol en farol. Lo que
viene siendo el "Farolelo", vamos. Los otros dos demasiado oscuros.
Creo que uno te tiraba los trastos, por las caras que me ponías, pero lo peor...
¡íbamos perdiendo!
Se me olvidó decirte también, que tienes que
pasar por la agencia, confirmar el viaje. Por fin, llegan esos 4 días, a
nuestro paraíso compartido.
Se me olvidó decirte, que has roncado. Lo
aguanto, no te preocupes. Se te notaba tan profundamente ausente del mundo, esa
respiración acompasada y tranquila, que me calmas trágicamente.
Se me olvidó, que no hace falta que estés más
fuerte. Tus brazos ya me sujetan lo suficiente para no irme, estás perfecto...
como siempre.
Se me olvidó decirte que quería desayunar zumo de
pomelo contigo, que hoy era jueves de desayuno especial. ¡Habrá que posponerlo!
Se me olvidó, que quiero que sepas que hoy, desde
hace 17 meses, es un hoy especial y estupendo, porque sentirte a cada paso en
mi memoria me hace ser más yo, vivir más Ana.
Se me olvidó decirte que me das vida, que las
ganas crecen como las rosas en primavera.
Se me olvidó, que hace falta que compres tomates,
cava y un pastel. Que tenemos que celebrar tantas cosas que no te sé decir
ninguna. Porque celebrar cada día con las pequeñas cosas es algo que aprendí de
ti el minuto uno.
Se me olvidó decirte que ayer me crucé a un chico
con tu perfume. Al pobre no le quedaba tan bien como a ti.
Se me olvidó, que hablé con Marta, que esta tarde
llegaré más tarde a casa, porque haremos café-terapia.
Se me olvidó decirte que sé que algo no va bien
¿ayer, qué te tenía preocupado? no me gusta verte así, no hagas como si no pasa
nada, tu armadura permanente puede desaparecer un ratito y puedes contarme lo
que te tiene en vilo.
Se me olvidó también, enseñarte la foto de Carlos
Junior... Está precioso! Es increíble como cambiamos tanto, en tan poco tiempo,
de bebés, y tan poco, en tanto tiempo, una vez aprendemos a hablar y andar.
Se me olvidó decirte que me encantas con esa
barba y la camisa azul y verde a cuadros. Que los besos me saben mejor.
Se me olvidó decirte que dicen que me has
cambiado, que antes iba más a mi bola... en realidad, no lo creo, sólo es que, actúo
en base a una situación nueva para mí.
Se me olvidó, por último, decirte algo más... te
quiero.
Y justo en este instante, recuerdo... anoche
dormiste en otra cama, lejos, muy lejos, solo o puede que acompañado...
recuerdo que se me olvidó que no estuviste al despertar...
Así que, se me olvidó, que se me olvidaba
decirte... vuelve.
Llevo un rato aquí parado porque esta es una de esas entradas que, no sé por qué, me empujan a comentar algo. Pero sólo se me ocurre decir que me ha gustado un montón =). ¡Me has dejado sin palabras! Jajaja
ResponderEliminarYa ves, ¿es una caja de sorpresas la entrada, eh? jajjajajaja... Muchas gracias por el comentario y me alegro que te guste! ;)
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